El desafío digital de Boric y su gabinete
* Por Enzo Abbagliati, director ejecutivo y socio de Factor Crítico. Columna publicada en La Segunda (31 de marzo de 2022).
La equivocada reacción de autoridades del gobierno del presidente Boric y parlamentarios de Apruebo Dignidad en redes sociales el viernes pasado, a raíz del incidente en el que un carabinero disparó su arma e hirió a una persona, fue un nuevo episodio en una lista de acciones en las redes que han empañado la instalación del nuevo gobierno. En palabras del diputado Gonzalo Winter, su sector tiene un problema con Twitter, una pulsión por reaccionar rápido ante la contingencia aun sin tener toda la información.
Culpar a la plataforma esconde el verdadero desafío de la comunicación digital de Boric y su gabinete, que tiene tres dimensiones que demandan una estrategia clara.
La primera es la urgente evolución de las identidades digitales del Presidente y sus ministros hacia voces que, sin perder autenticidad, asuman su nueva condición de autoridades. En parte, Boric vivió este cambio durante la campaña, moderando su tono más activista e impugnador (propio de su origen como dirigente estudiantil y que pudo sostener sin dificultades como diputado). El dicho “otra cosa es con guitarra” tiene una expresión digital concreta en qué tipo de mensajes se publican, cómo se administra la contingencia y cómo se gestiona la relación con quienes responden o interpelan en redes. Nada peor para la comunicación digital del gobierno que un gabinete de activistas, como la ministra de Bienes Nacionales opinando sobre temas que no son de su competencia o la ministra del Interior saliendo a respaldar dos veces a los Carabineros en el día del joven combatiente para compensar su error del viernes.
La segunda dimensión es hacer de las redes espacio preferente para administrar las expectativas ciudadanas sobre las transformaciones prometidas en campaña. La pedagogía sobre los cambios debe ocupar un lugar central en el despliegue de su comunicación digital, porque el gobierno no tiene asegurados todos los apoyos parlamentarios y el contexto económico obliga a moderar los ritmos de implementación de las reformas. Esta pedagogía es fundamental para que los adherentes de Boric cuenten con información para defender su gestión en las conversaciones digitales, evitando un proceso de temprana desafección, ya latente en ciertos grupos de adherentes de Apruebo Dignidad.
Y una tercera dimensión del desafío es contar con un plan de acción claro para enfrentar la desinformación. A raíz de una fotografía, la ministra de Defensa tuvo que desmentir mensajes que la vinculaban con un abogado famoso en redes por defender a narcotraficantes y días después la vocera señalar la falsedad de mensajes que afirmaban que su expareja había sido contratada en un servicio de salud. La oposición está viviendo el inicio de su travesía del desierto, pero el activismo digital opositor superó el shock de la derrota y está desplegado en contra del gobierno. Boric y su gabinete no sólo deben denunciar estas acciones, sino entregar a la ciudadanía los contenidos para desarmar la estrategia de desinformación que ya está operando. Lo realizado por Boric en campaña promoviendo el combate a las noticias falsas es un buen antecedente que puede ser potenciado.